lunes, 23 de agosto de 2010

Eusapia (ilustración Xoana, texto Ítalo Calvino)

LAS CIUDADES
Y LOS MUERTOS.

No hay ciudad
más propensa
que Eusapia a
gozar de la vida
y a huir de los
afanes. Y para
que el salto de
la vida a la
muerte sea
menos brusco,
los habitantes
han construido
una copia
idéntica de su
ciudad bajo
tierra.
Esos cadáveres,
desecados de
manera que no
quede sino el esqueleto revestido de piel amarilla, son llevados allá
abajo para seguir con las ocupaciones de antes. De éstas, son los
momentos despreocupados los que gozan de preferencia: los más
de ellos se instalan en torno a mesas puestas, o en actitudes de
danza o con el gesto de tocar la trompeta.
Sin embargo, todos los comercios y oficios de la Eusapia de los
vivos funcionan bajo tierra, o por lo menos aquellos que los vivos
han desempeñado con mas satisfacción que fastidio: el relojero,
en medio de todos los relojes detenidos de su tienda, arrima una
oreja apergaminada a un péndulo desajustado; un barbero jabona
con la brocha seca el hueso del pómulo de un actor mientras éste
repasa su papel clavando en el texto las órbitas vacías; una
muchacha de calavera risueña ordena una osamenta de vaquillona.
Claro, son muchos los vivos que piden para después de muertos
un destino diferente del que ya les tocó: la necrópolis esta atestada
de cazadores de leones, mezzosopranos, banqueros, violinistas,
duquesas, mantenidas, generales, más de cuantos contó nunca
ciudad viviente.
La obligación de acompañar abajo a los muertos y de acomodarlos
en el lugar deseado ha sido confiada a una cofradía de
encapuchados. Ningún otro tiene acceso a Eusapia de los muertos
y todo lo que se sabe de abajo se sabe por ellos.
Dicen que la misma cofradía existe entre los muertos y que no
deja de darles una mano; los encapuchados después de muertos
seguirán en el mismo oficio aun en la otra Eusapia; se da a
entender que algunos de ellos ya están muertos y siguen andando
arriba y abajo. Desde luego, la autoridad de esta congregación
en la Eusapia de los vivos esta muy extendida.
Dicen que cada vez que descienden encuentran algo cambiado
en la Eusapia de abajo; los muertos introducen innovaciones
en su ciudad; no muchas, pero sí fruto de reflexión ponderada,
no de caprichos pasajeros. De un año a otro, dicen, la Eusapia
de los muertos es irreconocible. Y los vivos, para no ser menos,
todo lo que los encapuchados cuentan de las novedades de los
muertos también quieren hacerlo.
Así la Eusapia de los vivos se ha puesto a copiar su copia
subterránea.
Dicen que esto no ocurre sólo ahora: en realidad habrían sido
los muertos quienes construyeron la Eusapia de arriba a
semejanza de su ciudad.
Dicen que en las dos ciudades gemelas no hay ya modo de
saber cuáles son los vivos y cuáles los muertos.

5 comentarios:

  1. esas ciudades invisibles! que alegria verlas ahora en paz :)
    que tal guapa? como va el verano? seguro que de puta madre. yo despues de dar unas cuantas vueltas vuelvo a granada a terminar de hacer papeleos y me subo a barcelona a buscar fortuna, a ver como se da la cosa. si estas por alli a principio de septiembre y te apetece pegame un toque. venga, un besico. ve por la sombra!!

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  2. Gracias. Linda representación de Eusapia.

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  3. Gracias. Linda representación de Eusapia.

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